sábado, 18 de abril de 2015

ilusiones

Las ilusiones ópticas provocan muchas preguntas acerca de nuestro cerebro y su funcionamiento. Una excusa que hace que despierte nuestra curiosidad y que parezca cosa de magia pero esta magia tiene su propia explicación lógica y científica.

 Las ilusiones son útiles como herramienta de investigación y para determinar dificultades mentales porque es una  forma de explicarnos como funciona nuestro cerebro, que el cerebro no evolucionó para ver la imagen en la retina es decir, no en el mundo, pero a ver el mundo de una manera que resultó útil en el pasado. Construye lo que sabe por la búsqueda de patrones útiles en la información sensorial y luego asociar esos patrones con la conducta, y usar esa información para guiar el comportamiento.

Nuestro cerebro es una masa de 1,4 kg compuesta por grasas y tejidos gelatinosos conteniendo hasta un billón de células nerviosas que van  trabajando  unidas para coordinar las actividades físicas y los procesos mentales, provocando una cierta interacción con el ambiente  ya que todos contamos con un sistema sensorial que hace que percibamos de una manera nuestro propio entorno. Estos sistemas están conformados por circuitos neuronales que su función es transmitir lo que detectamos y percibimos a la corteza cerebral.

 Otra de sus funciones es la capacidad mental que podemos lograr, dándole un sentido y una interpretación a la información obtenida, el pensamiento es aquel que nos da la facilidad de combinar esa información percibida, memorizada y razonada  llevándola a formar un concepto de decisión ante un problema; haciendo interesante a las ilusiones y es como nos hacen ver no sólo que las cosas nunca son lo que parecen, sino también que nuestras experiencias del mundo dan forma a nuestra comprensión de sí misma. Lo que significa que el cerebro no nace como  una máquina creativa y curiosa lo cual se fue evolucionando para re-definir continuamente la normalidad. Entonces ¿Cómo son las ilusiones?  ¿Y cómo es que funcionan dichas ilusiones? La mente visual humana, al igual que todos los cerebros naturales, "evolucionó hasta tener sentido del sin sentido, para crear el sentido de donde no lo hay". No existe un valor relacionado a los complejos patrones de luz que caen sobre los ojos, y sin embargo vemos formas y movimientos que nos permiten sobrevivir lógicamente.

El proceso de la percepción es de hecho la creación e interacción y por lo  tanto una representación física de la ecología. Es decir, es que la mente evolucionó para redefinir continuamente la normalidad, de encontrar las relaciones en la imagen sensorial que importa y para convencernos de esas relaciones que tienen importancia, que luego no vemos.

Haciendo que  todas estas ilusiones suelen desobedecer una imagen creada por nuestro cerebro, es decir, no cumplen con ciertas normas como son las perspectivas, figuras, distancias, fondos, movimientos, entre más. Provocando que nuestro cerebro complemente la situación faltante dando que adquiera una coherencia logia; cuando las ilusiones solo rompen todos nuestros esquemas, es cuando da como resultado este efecto óptico.

Lo interesante de las ilusiones es que nos hacen ver no sólo que las cosas nunca son lo que parecen, sino también que nuestras experiencias del mundo dan forma a nuestra comprensión de sí misma. Todo el concepto de una ilusión se basa en un concepto erróneo.

Cuando se ve una ilusión, el cerebro esta entretenido en dos realidades simultáneas. Es decir, el cerebro hace que la ilusión que está pasando en ese momento está tratando de dar sentido a lo que ven los ojos. Este fenómeno nos ha ayudado a entender hasta donde es capaz de llegar la visión de los seres humanos, aunque los efectos puedan variar dependiendo de la persona. Generalmente estas ilusiones están basadas o influenciadas por la experiencia o conocimiento acerca del mundo o puede que tenga una respuesta psicológica asociada a un efecto de color, movimiento, intensidad de luces,brillo, contraste, etc. provocando una falsa impresión de la forma en su dimensión, profundidad o perspectiva dando como resultado está dicha magia.


Existen muchos tipos de ilusiones ópticas como por ejemplo el Jarrón de Rubin, es la imagen donde engaña a nuestro cerebro haciendo que parezca un jarrón que a su vez va formando otra imagen de dos caras haciendo dos imágenes diferentes en una sola; imágenes que solo distorsionan la realidad de nuestro cerebro haciéndonos creer que no es posible.